Los hash browns son un clásico de la comida americana e inglesa, sobre todo porque la utilización de la papa es bastante amplia. Se trata de una papa rallada que se saltea en abundante aceite y resalta por lo crujiente que es.
En términos simples, se ralla una papa y luego se le extrae el exceso de agua estrujando en una toalla o paño de plato. Luego se arman como su fuese una hamburguesa y se pone al sartén con un poco de aceite caliente. La idea es que alcance un dorado ligeramente parejo y que no se queme por lo mismo el sartén no puede estar demasiado caliente y para que no pierda la forma hay que aplastar el hash brown con una espátula pero sin mucho esfuerzo.
Es una receta extremadamente simple y algo delicioso de hacer. Toma no más de diez minutos en todo el proceso y es perfecto para acompañar otras comidas. Hay que mantener en mente que lo que mantiene el hash brown pegado a si mismo es justamente el almidón de las papas así que no la dejen secar mucho. Disfruten y que viva la fritura!
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